No existe duda que la transformación digital fue acelerada exponencialmente de manera forzada debido a los efectos de la COVID-19. La industria de la traducción simultánea no se ha quedado atrás.
A pesar de los avances tecnológicos y todo el ruido sobre los sistemas automatizados de traducción simultánea, no está previsto que en el futuro cercano reemplace a los humanos.
La principal tendencia es el uso cada vez más frecuente de la traducción simultánea remota o RSI (por sus siglas en inglés).
Cabe resaltar que este tipo de traducción es aplicable a eventos presenciales, virtuales o mixtos.
Si bien la traducción simultánea remota presenta nuevos retos, también trae nuevas oportunidades para los usuarios y proveedores.
Las distancias geográficas ya no son un impedimento para contratar y prestar los servicios de traducción simultánea. Adicionalmente, los costos de desplazamientos, alojamiento, transporte y viajes son recortado cuando optamos por hacer uso de las tecnologías.
La industria, como muchas otras, ha sufrido un duro golpe con las restricciones impuestas para la realización de eventos presenciales. A medida que la situación se vaya normalizando, veremos el potencial de que los servicios lingüísticos sean prestados de manera presencial o virtual.
La tercera opción es que los eventos no necesariamente deben ser presenciales o virtuales, puede ser un evento mixto con ambos componentes y los traductores podrán también estar en ambos lados.
El mercado, como la economía en general ha sufrido un duro golpe, sin embargo, abre nuevas oportunidades que pueden ser explotadas para el beneficio de los usuarios de servicios lingüísticos como los proveedores.
En otro artículo de este blog profundizamos un poco más en las herramientas y soluciones disponibles para este tipo de traducciones.
¿Has tenido alguna experiencia como traductor o como usuario con este tipo de traducción? Nos gustaría oír tu opinión.